DIAGNÓSTICO PSICOPEDAGÓGICO DIFERENCIAL: «LA VELOCIDAD LECTORA», ¿por qué es importante evaluarla?

VELOCIDAD LECTORALa velocidad lectora desarrolla la destreza mecánica como descifrar y articular palabras, además nos revela un aumento real de los vocablos adquiridos.

Cuando evaluamos la velocidad lectora se está midiendo la magnitud del lenguaje adquirido.

Cuando se lee muy deprisa de producen errores de exactitud, y leer con excesiva lentitud dificulta la comprensión.

Enumeraremos los siquientes errores que se producen por una baja o alta velocidad lectora:

  • Silabeo: es cuando leer de sílaba en sílaba.  Es una lectura fragmentada de la palabra, llevando una intermitencia con ausencia de fluidez y de estructuración rítmica de la frase.
  • Denegación: es un tipo especial de omisión pero intencional o deliberada.  Cuando el lector encuentra excesiva dificultad al leer tiende a omitir su lectura después de haberse tenido para intentar decodificarla.
  • Lectura mecánica veloz: es una excesiva velocidad que impide o imposibilita una compresión del texto, deteriorando la calidad lectora.
  • Exceso de fijaciones: al haber mayor fijaciones oculares al leer, habrá menor velocidad lectora.  La fijación ocular es cuando el ojo se detiene en cada salto o intervalo de lectura. Los lectores poco expertos suelen realizar una fijación ocular por cada palabra, de modo que se «detienen» a leer tantas veces como palabras contenga el reglón.
  • Vocalización: se le llamada también labialización y es aquella repetición verbal de las palabras a medida que se va leyendo.  Hay dos tipos: la completa es cuando se realiza una réplica labial íntegra, palabra a palabra de lo que lee silenciosamente y la incompleta cuando se hace ocasionalmente.
  • Subvocalización:  es cuando se pronuncia mentalmente las palabras que se van leyendo.
  • Señalado: es cuando señalizamos la lectura con el dedo o el lápiz para no «perderse» en los reglones.
  • Regresión: es cuando se da la relectura de palabras y frases debido a los errores cometidos en la primera lectura o en pérdidas de las fijación ocular.
  • Otras dificultades:  perderse entre los reglones, problemas de dominio visual, movimientos de cabeza, hábito de mover la cabeza desplazando en forma de compas hacia la derecha a medida que se va leyendo, en lugar de desplazar únicamente lo ojos.
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