El desbalance o desiquilibrio cerebral se da cuando uno de los dos hemisferios del cerebro está funcionando a un nivel más bajo que su contraparte. Es más común que sea hemisferio derecho, lo que significa que este hemisferio, está funcionando a un nivel más bajo que el izquierdo. Esto puede producir que el lado del hemisferio derecho del cuerpo funcione débilmente creando inmunerables trastornos físicos y cognitivos. El lado derecho del cerebro controla el lado izquierdo del cuerpo y viceversa. Por lo tanto la utilización constante del lado derecho del cuerpo causa que el hemisferio izquierdo se fortalezca mientras que al hemisferio derecho se le provee de poca activación.
Este desbalance cerebral tiene profundas implicaciones biólogicas que nos enlace al autismo, ya que es frecuente que las personas con desbalance en el hemisferio derecho manifiesten lo siguiente:
1. Altísimos niveles de estrés asociado con altos niveles de cortisol. Los estudios indican que es algo común en los niños autistas, y también encontrados en madre y padre también.
2. Problemas de salud que estén asociados con algún tipo de inflamación crónica, como puede ser presión alta, obesidad, colesterol alto y diabetes.
3. Un sistema inmunológico comprometido, el cual es muy suceptible a cualquier tipo de infecciones, alergías, y a la enfermedad autoinmune. Los estudios nos indican que es común que tanto madre como hijos padezcan de problemas en el sistema inmunológico.
4. Sensibilidad a ciertos alimentos, problemas digestivos relacionados con el síndrome del intestino permeable, que es muy común que los niños autistas lo padecen.
5. Personas que tienden a la depresión, ansiedad y a otras enfermedades emocionales. La socialización es la clave en el déficit que define el autismo.
