Partamos de la premisa que para el niño o niña, el significado de la oración aumentará o disminuirá dependiendo de la importancia que tengan los padres sobre esto. Las oraciones hacen que los niños se sientan protegidos, sobre todo si las dice con uno de sus padres o antes de dormir. Aunque para niños de corta edad pueden ser imprecisas, ya que no entiende las palabras.
Enseñarles a rezar y pedir por otras personas es importante para el desarrollo de la empatía y la compasión. A la hora de instruirlos no fomentemos las oraciones en la que solo pida cosas, sino que poco a poco se les vaya creando una consciencia moral y social en sus peticiones.
Y como enseñarles, sigamos estos consejos:
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Enseñele que la oración es una simple conversación con Dios, que esta hablando con Él de la misma forma que habla con uno, que le cuenten a Dios qué tienes en tu mente.
- Existen oraciones que son cortas y tan válidas como las más largas; por ejemplo: Buenos días Dios, Gracias por este día.
- Si no sabe porque rezar, podemos agradecer por el día, por lo que tengo, por las personas que me aman.
- Enseñarlas a rezar en silencio; es decir: «No te diste cuenta que rece en silencio, pero acabo de decir una oración mientras caminábamos».
- Enseñarles a mostrar arrepentimiento ante Dios es sano y forma el carácter, pero esta actitud no puede parecerle al niño un castigo impuesto por los padres.
- Debemos motivar la oración durante cualquier hora del día, no solamente acostumbrarlos a las oraciones de la noche.