Cada persona tiene la capacidad de retener la información de forma diferente, hay que tener en cuenta elementos como: ritmo personal del aprendizaje, memoria de trabajo, tipo de enseñanza, si existen conocimientos previos del tema, si se puede relacionar, si tiene sentido, el estado emocional del momento, la motivación, la cantidad de información que maneja en un período de tiempo, el tiempo de descanso, la dieta.

Es de suma importancia conocer cual es el estilo de aprendizaje de cada uno, para así aprender del modo más adecuado.

El pedagogo norteamericano, Edgar Dale diseño la pirámide del aprendizaje contribuyendo a entender cómo funciona la participación activa o pasiva del educando en las propuestas de aprendizaje.

Leer: es la representación pasiva, ser un espectador, y la que menos resultado otorga.  Limita el aprendizaje si solo leemos o escuchamos la materia.

Decir y hacer: son aquellas actividades con mayor significación respecto al aprendizaje, son las que más recordamos ya que involucran el hacer y poner en práctica lo que se intenta aprender.

A la hora de planificar una clase, se debe desarrollar un método que potencialice la participación activa del estudiante, corelacionando conocimientos anteriores y actuales de la vida cotidiana y de la clase.

Mañana les hablaremos de: ESTRATEGIAS PARA CONVERTIR LA INFORMACIÓN EN CONOCIMIENTO!!!!

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