Realmente escuchemos a nuestros niños.Nunca los interrumpamos o finalicemos sus preguntas.
Pongamos muchísima atención a todas las palabras y sentimientos detrás de ellos.
Escucharlos realmente es mucho mejor, espere su oportunidad para hablarles.
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Vivian Pérez Echeverría PhD.
Doctora en Ciencias de la Educación, Master en Psicopedagogía, Master en Neuropsicología Educativa, Perito Judicial en Pedagogía y Psicopedagogía Clínica