La memoria depende de funciones psicológicas, por ejemplo de la motivación que tengamos ante lo que deseamos memorizar.
En la memoria se ve implicada nuestra personalidad, y por lo tanto la calidad de la memoria depende específicamente de nuestra parte AFECTIVA. Memorizamos más lo que uno ama, lo que nos interesa.
Con esta premisa podemos saber como estimular a nuestros niños, adolescentes y personas de la tercera edad para el proceso de aprendizaje. Saber encontrar en ellos sus intereses, gustos y poder relacionarlos con la enseñanza de algún tema en especial.
Al existir intéres estaremos CAPTANDO SU ATENCIÓN y al CAPTAR LA ATENCIÓN estaremos ESTIMULANDO LA MEMORIA.
Para poder memorizar debemos COMPRENDER BIEN, ANTES DE APRENDER. Hay que preocuparse por verificar el significado de lo que estamos aprendiendo. Para asimilarlo y interiorizarlo debemos comprenderlo. Es decir, si estamos viendo geografía, buscar otros medios visuales, auditivos y kinéstesicos para ver la materia en otras formas. Hacer relaciones y razonar sobre el tema. Si solamente memorizamos para un examen sin tener la comprensión del tema, este nunca se guardará en nuestra memoria de trabajo. Para lograrlo hay que estimular al cerebro a ser competitivo, razonar, comprender, escuchar, y retarlo a nuevas experiencias.
Para el lunes, continuaremos con el tema: LAS LEYES PSICOLÓGICAS DE LA MEMORIA
