Es el estudio del funcionamiento del cerebro y del comportamiento en niños y adolescentes. El funcionamiento del cerebro tiene una repercusión directa sobre la adaptación conductual, cognitiva y psicosocial de niños y adolescentes, por ello, los trastornos han de abordarse mediante un modelo integrado de neuropsicología y psicopedagogía clínica infantil. Diseñar estrategias específicas para el tratamiento de diversos trastornos cerebrales y los resultados iniciales permiten ser optimistas, siempre que las intervenciones tengan en cuenta el estado neuropsicológico infantil.
Trabajar en equipo con profesionales médicos, educadores, psicopedagogos, psicólogos es útil para diseñar las intervenciones educativas y señalar las condiciones psicosociales que mejorarán las posibilidades de una integración satisfactoria de los pacientes.
Las intervenciones tempranas son particularmente importantes en el desarrollo óptimo de los pacientes diagnosticados. Los psicopedagogos, psicólogos clínicos y educativos están en posición privilegiada para proporcionar información sistemática y detallada a médicos, padres y madres acerca de los efectos secundarios y la eficacia de los tratamientos y las intervenciones.
Es frecuente contraponer los marcos teóricos: médico o conductual, interno o ambiental y neuropsicológicos o psicopedagógico. Debemos de conceptualizarlo como un paradigma integrado no en forma independiente. La neuropsicología es un aspecto esencial que hay que considerar en la evaluación y tratamiento de los trastornos infantiles y adolescentes, además de explorar el diagnóstico diferencial, el curso del desarrollo y la eficacia de la intervención mediante paradigmas psicosociales, cognitivos, comportamentales y neuropsicológicos.