El cuerpo humano está compuesto por algunas partes que son iguales entre sí, es decir poseemos pares de ojos, brazos, manos, piernas y oídos. Hay una simetría entre estas, en su uso funcional utilizamos preferentemente un lado frente al otro.
La lateralidad es definida de diferentes formas y es donde se define el lado dominante, el diestro que utiliza su mano derecha, el zurdo que usa su mano izquierda o el ambidiestro que utiliza ambas. También se define aquellos que utilizan su mano derecha con su pie izquierda o viceversa. La lateralidad más fácil de percibir por los padres y docentes es en de la de mano y pie, ya que es la que se ve desde un inicio de su desarrollo motor cuando empiezan a utilizar sus manos y se empieza a definir a partir de los dos años de edad, aun así es sumamente importante conocer cual es el ojo, oído o hemisferio dominante en los niños y niñas.
En neurología se habla de la lateralidad como un “estadío superior de organización del funcionamiento del sistema nervioso”.
Hay que reconocer que lateralidad y lateralización son dos términos diferentes; la primera es un proceso a través del cual el se llega a hacer uso preferente de un segmento simétrico de su cuerpo; y lateralización es la supremacía de un hemisferio cerebral sobre el otro, lo que nos dará la preferencia del uso de un hemisferio sobre el otro.
¿Cómo y cuándo se da la lateralidad?
La lateralidad implica tres instancias: neuro, senso y motriz. Se llaman etapas prelaterales las que comprenden desde los 0 a los 4 años de edad.
Durante esta etapa el objetivo principal para estimular y desarrollar en los niños y niñas es:
a) Conseguir que el dominio del cuerpo y de los órganos sensoriales sea simétrico. En caso contrario, podría aparecer una especialización prematura de la Lateralidad.
b) Alcanzar buena coordinación automática contralateral y función sensorial tridimensional (visual, auditiva y táctil).
c) El más importante es conseguir la activación al máximo del cuerpo calloso, que conecta entre sí los hemisferios cerebrales.
Estos tres objetivos deben ser conseguidos en los 4 primeros años de vida. Por causa de adelantar la lateralidad, encontramos casos de niños y niñas con lateralidad contrariada o cruzada. Así, es de vital importancia estimular ambos lados del cuerpo por igual para activar de forma simétrica las vías neurológicas y así conseguir un funcionamiento global.