Las personas con trastornos del espectro autista manifiestan una alteración perceptiva en la evaluación de la experiencia (recepción de estímulos), debido a dificultades en la complementariedad de los dos niveles de información percecptual, es decir, el sistema perceptivo de abajo-arriba, esto es, el sistema procedente de la propia estimulación sensorial; y el sistema guiado de arriba-abajo, en referencia al proceso que está dirigido cognitivamente. Este déficit, que está determinado por un trastorno de la incorporación estimular, impide que la percepción adquiera características de globalidad y contextualidad, manteniendo niveles de parcialidad del estímulo observado y dificultando, por consiguiente, la adquisión de conceptos en términos de significados.
Tomado del libro: Autismo, Asperger «Programa de integración gestáltico».