La disciplina no es un castigo. La disciplina ayuda a que los niños aprendan a comportarse de manera adecuada para su edad y su nivel de desarrollo. Los niños nunca deben sentirse amenazados ni temerosos. Debemos enseñarles con amor y respeto.
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Vivian Pérez Echeverría PhD.
Doctora en Ciencias de la Educación, Master en Psicopedagogía, Master en Neuropsicología Educativa, Perito Judicial en Pedagogía y Psicopedagogía Clínica